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Con el envejecimiento de la población, la teleasistencia se ha convertido en una herramienta esencial para garantizar la seguridad y autonomía de las personas mayores que viven en casa. Este sistema innovador ofrece de hecho un apoyo tranquilizador tanto para los mayores como para sus familiares. Combinando tecnología y asistencia humana, veamos cómo la teleasistencia mejora la vida de los beneficiarios y de sus familias.

Poner a las personas vulnerables a salvo

El principio de la teleasistencia es sencillo: mediante un dispositivo conectado y un accesorio portátil (colgante o pulsera), los mayores pueden alertar a un servicio dedicado en caso de emergencia, caída o malestar. La asistencia está disponible las 24 horas del día y garantiza una intervención rápida gracias a una red de profesionales preparados para alertar a los servicios de emergencia o contactar a un familiar.

Algunas soluciones incluyen funciones avanzadas, como detectores de caídas automáticos o sensores de presencia para asegurar una vigilancia discreta pero eficaz. Los dispositivos conectados pueden estar enlazados a la caja de internet y pueden estar equipados con una tarjeta SIM para conectarse a la red celular.

Preservar la autonomía de los mayores

Contrariamente a las ideas preconcebidas, el servicio de teleasistencia no restringe la libertad de las personas mayores. Al contrario, favorece su permanencia en casa asegurando su entorno cotidiano. Esto permite retrasar, e incluso evitar, una estancia en un centro especializado.

Algunos servicios incluyen opciones no urgentes, como una línea de escucha para ayudar a romper el aislamiento social. Este enlace humano contribuye al bienestar de los mayores, fortalece su sensación de autonomía a la vez que ofrece un apoyo psicológico. Los equipos detrás de estos servicios suelen estar entrenados para responder con empatía y eficacia, ofreciendo un acompañamiento humano esencial, más allá de la simple tecnología.

Una solución económica

Con un costo medio inferior al de una residencia de ancianos o acompañamiento médico, la teleasistencia representa una alternativa económica para las familias. Además, ayudas financieras como la desgravación fiscal por servicios a personas (hasta el 50 % de los costos incurridos) o asignaciones específicas (APA, PCH) permiten reducir aún más los costos.

Un acompañamiento personalizado

Los servicios de teleasistencia se adaptan a las necesidades de los usuarios. Las ofertas son modulables y permiten añadir opciones como detectores de humo conectados, dispositivos GPS para los mayores activos, o servicios de recordatorio de tratamiento. Estas soluciones a medida responden a las especificidades de cada situación, garantizando una experiencia adaptada.

Una tecnología cada vez más avanzada

La rápida evolución de las tecnologías permite que la teleasistencia sea cada vez más eficiente. Los sistemas móviles, equipados con GPS, también aseguran los desplazamientos en el exterior, mientras que las integraciones domóticas permiten una vigilancia más intuitiva y fluida en el hogar.

¿Por qué optar por la teleasistencia?

Además de reforzar la seguridad, estos sistemas permiten a los familiares vivir más tranquilamente, sabiendo que sus mayores cuentan con una asistencia rápida y fiable. Para los mayores, es un medio de preservar su independencia sin comprometer su seguridad.

Ya sea para garantizar una intervención inmediata en caso de emergencia o para mantener un vínculo humano en el día a día, la teleasistencia se impone como una solución interesante para responder a los desafíos del mantenimiento de las personas mayores y enfermas en el domicilio.

La teleasistencia ofrece una respuesta eficaz y asequible a las necesidades de los mayores y de sus familias. Con servicios personalizables, este dispositivo aparece como una solución de elección para garantizar un equilibrio entre autonomía y protección.

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