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En el marco de las medidas de prevención de incendios domésticos, el Estado francés ha implementado una serie de reformas destinadas a obligar a los propietarios e inquilinos de viviendas a verificar regularmente el estado de las instalaciones eléctricas, el estado de los equipos de calefacción o a instalar detectores de humo. Desafortunadamente, cada año todavía se lamentan 200.000 intervenciones de bomberos por inicios de incendios domésticos. Cada vez más hogares están equipándose con un extintor de casa, algo de lo que vamos a hablar hoy.

¿Cuál es la diferencia entre un extintor de casa y un extintor profesional?

La implementación de un dispositivo de lucha contra incendios en entornos profesionales responde a una serie de normas. Como aún no son obligatorios en viviendas particulares, se diferencian de los extintores en varios aspectos. En primer lugar, por razones prácticas, son mucho más pequeños y no requieren la intervención de un profesional para su instalación y mantenimiento. Además, el formato de los extintores de casa hace que sean muy sencillos de usar.

¿Para qué tipos de incendios están previstos los extintores domésticos?

Los diferentes tipos de incendios se clasifican en tres categorías:

  • Los incendios de clase A son fuegos secos con madera, cartón, tejidos, paja o incluso algodón.
  • Los incendios de clase B son fuegos grasos que implican hidrocarburos, alcohol o aceite mineral.
  • Los incendios de clase C son fuegos de gas a partir de butano, propano o gas natural.

En una vivienda, estos tres tipos de incendios pueden ocurrir. Un inicio de incendio a partir de una chimenea es un incendio de clase A, aceite que se quema en una estufa es un incendio de clase B, un incendio provocado por una fuga de gas en una caldera es un incendio de clase C.

Por esta razón, un buen extintor doméstico está previsto para apagar estos tres tipos de incendio.

¿Por qué optar por una bomba anti-incendios?

El nombre del objeto puede parecer bastante sorprendente, pero el concepto es bastante revolucionario. Una bomba anti-incendios es un dispositivo que contiene un polvo blanco clásico y no químico. Cuando se desencadena un incendio, explota y esparce el polvo en un cierto perímetro, lo que apaga instantáneamente el fuego incipiente. Con una bomba anti-incendios, el desencadenamiento se realiza de dos maneras:

  • Activación pasiva: un sensor detecta las llamas y desencadena la explosión de la bomba anti-incendios. En este caso, es necesario instalarla cerca de una zona de riesgo, como un contador eléctrico, por ejemplo.
  • Activación activa: basta con lanzar la bomba en dirección a las llamas.

Este dispositivo tiene varias ventajas. Primero, porque es económico y fácil de usar. Segundo, porque el polvo que contiene no es nocivo. Para hacerla desaparecer, basta con pasar la aspiradora. Finalmente, este tipo de dispositivo de seguridad no requiere un mantenimiento particular.

Para evitar riesgos de incendios y poder reaccionar eficazmente en caso de incendio, se vuelve indispensable tener un extintor en casa. Es una cuestión de seguridad.