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Dormir de lado: la almohada no tiene la firmeza adecuada.

Pasamos aproximadamente un tercio de nuestro tiempo durmiendo, lo que representa más de 25 años en una vida. Sin embargo, lo que invertimos en nuestro sueño no está a la altura del tiempo dedicado. Y es que el sueño es una necesidad vital para el ser humano, y la calidad del mismo depende en gran medida de nuestra posición para dormir y de las herramientas que usamos para ello. Una de estas herramientas esenciales es, por supuesto, la almohada. Si eres una de las muchas personas que duermen de lado, la elección de la almohada no es solo una cuestión de comodidad, sino también de salud. Entonces, ¿qué almohada elegir si dormimos de lado?

La almohada de memoria de forma

A fuerza de apoyar nuestra cabeza sobre una almohada inadecuada, tarde o temprano acabamos desarrollando problemas de salud, especialmente dolores cervicales. Es necesario identificar las necesidades específicas para encontrar la composición de la almohada que ofrezca el apoyo más adecuado.

Si las almohadas de plumas o de plumón parecen cómodas por su textura mullida, puede que no sean lo que más agrade a tu cuerpo. En realidad, ya sea que tengas dolores cervicales o no, el soporte más adecuado para dormir de lado es probablemente la almohada de memoria de forma.

Gracias a su composición en espuma de poliuretano, este tipo de almohada está diseñada para ofrecer el apoyo óptimo a la arquitectura de tu cuerpo. Permite elevar la cabeza de manera adecuada, garantizando una alineación óptima con el cuello y la columna vertebral. Es así que hay que evitar lavar una almohada de este tipo en la lavadora, ya que se puede degradar.

Para aquellos que se despiertan con dolores en el cuello o tortícolis, la diferencia se siente rápidamente. Aunque las almohadas de memoria de forma requieren un pequeño tiempo de adaptación, finalmente ofrecen la comodidad necesaria.

Más allá de la comodidad, las almohadas de memoria de forma están diseñadas para reducir los puntos de presión, garantizando un apoyo uniforme de la cabeza, el cuello y los hombros. Estas propiedades las convierten en una opción privilegiada, no solo para aquellos que sufren de dolores cervicales, sino también para quienes tienen problemas de espalda. Al ofrecer un apoyo óptimo y aliviar la presión, estas almohadas contribuyen a noches de sueño tranquilo y reparador.

La forma de la almohada

Las almohadas de memoria de forma vienen en varias formas.

La forma tradicional

Esta forma es reconocida por su versatilidad, adaptándose fácilmente a las diversas posiciones que se pueden tomar durante la noche, incluyendo dormir de lado. Para asegurar una correcta alineación entre el cuello y la columna vertebral, es esencial elegir un modelo que compense la anchura de tu hombro en posición lateral.

La forma ergonómica o « en ola »

Esta concepción ha sido especialmente pensada para ofrecer un apoyo preciso al cuello y a las cervicales en posición lateral. En efecto, la « ola » está cuidadosamente posicionada bajo el cuello para adaptarse a la curvatura cervical natural, asegurando así un apoyo óptimo.

En cuanto a su firmeza, dependerá del nivel de comodidad que busques. Esta forma ergonómica se considera generalmente semifirme, haciendo esta almohada adecuada para una variedad de morfologías, ya sean pequeñas, medianas o más grandes.

La forma estrella

Innovadora, esta forma de almohada es particularmente adecuada para dormir de lado. Se distingue por su capacidad para liberar espacio para el hombro, evitando así cualquier sensación de compresión contra la almohada. Además, esta forma tiene una capacidad de adaptación que también permite dormir en posición dorsal y ventral.

Elección de la almohada en función de la complexión

Como hemos mencionado anteriormente, la morfología también juega un papel crucial en la elección de una almohada, especialmente para dormir de lado. De hecho, al adoptar una posición lateral, la complexión se convierte en un elemento determinante.

Aquí están las recomendaciones para la elección de la almohada en función de tu morfología:

  • Morfología delgada. Opta por una almohada más plana y bastante suave para evitar cualquier tensión en el cuello al estar elevado.
  • Morfología intermedia. En este caso, se recomienda una almohada semifirme para compensar la anchura de los hombros y garantizar una alineación ideal.
  • Morfología robusta. Si eres de gran tamaño, con una anchura de hombro considerable o si tienes una cabeza más pesada, una almohada muy llena con una densidad mínima de 50 kg/m³ es preferible. La firmeza de la almohada debe ser proporcional al peso de tu cabeza para un apoyo óptimo. En cuanto al grosor, se recomienda elegir una almohada de mínimo 9 cm, siempre con el objetivo de garantizar una alineación óptima entre la cabeza y la columna vertebral.

Las interacciones entre almohada y colchón

La elección de la almohada también está influenciada por el tipo de colchón en el que duermes. De hecho, un colchón blando tiende a envolver el cuerpo, lo que da la impresión de que la almohada es más gruesa, ya que el hombro se hunde más en el colchón. Por el contrario, con un colchón firme, donde los hombros se hunden menos, el espacio entre el hombro y el cuello es mayor. Esto requiere, por lo tanto, una almohada más gruesa para mantener una alineación adecuada.