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Con la llegada del invierno, una de nuestras preocupaciones es la calefacción. No se trata solo de encender la caldera o el radiador, sino de asegurarse de que funcionen eficientemente. Así, un mantenimiento regular de la calefacción es esencial para garantizar un confort térmico óptimo y para velar por la seguridad de los habitantes. ¿En qué consiste el mantenimiento anual de la calefacción?
¿Por qué mantener la calefacción?
El mantenimiento de su calefacción es indispensable por las siguientes razones:
- Seguridad. Un equipo mal mantenido en una vivienda mal ventilada puede provocar la acumulación de monóxido de carbono en el aire, un gas invisible e inodoro. Estos efectos van desde dolores de cabeza hasta mareos, y pueden causar la muerte.
- Reducir los riesgos de avería. El mantenimiento del sistema de calefacción disminuye drásticamente los riesgos de avería o problemas de calefacción.
- Ahorro y ecología. A largo plazo, un sistema mal mantenido puede provocar un consumo excesivo de energía y emisiones de CO2. Al cuidar de su calefacción, no solo preserva su bolsillo, sino también nuestro planeta.
Pero sobre todo, desde un punto de vista legal, el mantenimiento es obligatorio para los sistemas de calefacción que utilizan fuel, gas, madera o carbón.
Es esencial que este control sea realizado por un profesional cualificado una vez al año, especialmente para las calderas con una potencia de entre 4 y 400 kW. Esta normativa afecta a una amplia gama de equipos.
Incluso las bombas de calor necesitan un mantenimiento. Según un decreto de 2020, las bombas con una potencia de entre 4 y 70 kW deben ser revisadas cada dos años, mientras que los aparatos más potentes deben someterse a un control cada cinco años.
¿Cómo se realiza el mantenimiento de la calefacción?
Durante el mantenimiento, el técnico de calefacción realiza varias verificaciones esenciales. Al final de su visita, le entrega un certificado que sirve como prueba para su seguro.
Este certificado menciona los diferentes puntos verificados y corregidos así como recomendaciones para optimizar el uso de su caldera.
Así es como se realiza el mantenimiento en función del tipo de calefacción.
Caldera de gas
El mantenimiento de la caldera de gas incluye principalmente la verificación del vaso de expansión, el control de los equipos de seguridad y el buen funcionamiento de la bomba. Se limpiarán el quemador, la llama piloto y el cuerpo de calefacción.
También se verifica la estanqueidad de los circuitos y el caudal de agua caliente. Es necesario realizar un deshollinado anual de los conductos.
Caldera de fuel
La prioridad es medir el nivel de CO2 en los humos. Se desmonta y limpia el quemador, se controlan los dispositivos de seguridad y se ajusta la temperatura del agua caliente.
También se evalúa la presión del pulverizador.
Estufa de pellets o gránulos
El mantenimiento incluye el deshollinado, la limpieza profunda del conducto, los ventiladores y extractores. Se verifica la estanqueidad, especialmente en la puerta y el depósito de pellets.
También se controlan los sistemas de encendido y alimentación.
Calefacción a leña (estufa, chimenea, inserto)
Se requieren dos deshollinados al año, uno de ellos durante el invierno.
El hogar, las paredes interiores y el cajón de cenizas se limpian regularmente. También es esencial verificar los conductos de conexión.
Caldera de leña o biomasa
Además de medir la combustión, el profesional procede al desescombro del hogar, el conducto y la cámara de combustión.
Se verifica la regulación y se limpia el sistema de evacuación de cenizas.
Bomba de calor
El mantenimiento se centra en el control de las temperaturas para medir el rendimiento, la verificación de los intercambiadores y los circuitos eléctricos.
Los condensados también son controlados y limpiados.
Après une carrière dans le commerce, j’ai changé de métier il y a plusieurs années pour devenir rédactrice spécialisée dans la maison. Vous découvrirez sur ce site mes articles liés à l’énergie (pompe à chaleur, poêle, solaire, …), décoration et bricolage.