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El aislamiento de las paredes exteriores: la importancia del grosor

Para obtener un aislamiento óptimo en tu vivienda, se debe prestar especial atención al grosor del aislante. Este último varía en función de diversos elementos como las zonas de la casa a aislar, los materiales seleccionados, el espacio de vida disponible y el acondicionamiento de los materiales. ¿Cómo determinar entonces el grosor ideal para un aislamiento duradero y eficaz de tu hogar?

¿Por qué es importante?

El aislamiento térmico de las paredes es vital para una vivienda, ya que las paredes son responsables del 20% de las pérdidas térmicas de toda la casa. Es posible aislar desde el interior (ITI) o desde el exterior (ITE), cada método con sus ventajas e inconvenientes. El ITI reduce el espacio habitable, mientras que el ITE aumenta la huella en el suelo de tu casa y puede afectar el aspecto de la fachada y la luminosidad interior.

Ya sea para el aislamiento de una pared interior o exterior, el grosor del aislante es importante por dos razones principales.

Asegurar un rendimiento térmico óptimo

El grosor necesario para un aislante depende de su conductividad térmica, lo que influye directamente en su resistencia térmica (R):

  • La conductividad térmica, medida en lambda (λ), indica la facilidad con la que el frío o el calor atraviesan una pared. Cada aislante tiene su propia conductividad, independiente de su grosor. Un lambda bajo significa mejor aislamiento. Por lo tanto, elige un aislante con un bajo coeficiente lambda para maximizar el aislamiento sin sacrificar espacio habitable.
  • La resistencia térmica (R), expresada en m².K/W, mide la dificultad para que el calor atraviese una pared. Se calcula dividiendo el grosor del material (en metros) por su conductividad térmica. Un R alto indica mejor aislamiento. Duplicar el grosor de un aislante equivale a duplicar su resistencia térmica, mejorando así su rendimiento.

Por ejemplo, la espuma de poliuretano, muy aislante (λ de 0,022 W/m.K), requiere menos grosor que la lana de vidrio (λ de 0,032 a 0,046 W/m.K) para alcanzar un R similar.

Alinear con los criterios de las ayudas del Estado

Para beneficiarse de las ayudas financieras del Estado, como MaPrimeRénov’, es obligatorio respetar ciertos umbrales de resistencia térmica (R). Por ejemplo, para aislar tus paredes, se requiere una resistencia térmica mínima de 3,7 m².K/W. Se debe distinguir entre la resistencia total de la pared y la proporcionada por el aislante.

Las ayudas se calculan sobre el valor añadido por el aislante, que se suma a la resistencia existente de la pared. Recordemos que los trabajos también deben ser realizados por un artesano calificado RGE (Reconocido como Garantía del Medio Ambiente).

Seleccionar el grosor adecuado del aislante según la zona

La resistencia y la conductividad térmica de un aislante son determinantes para un aislamiento eficaz. Sin embargo, estos criterios varían en función de la zona de tu casa a aislar: paredes, techo o suelo.

A continuación, el cuadro de grosores y resistencias requeridas para el aislamiento de las paredes

Material AislanteGrosor para Rendimiento Medio (R = 3,7)Grosor para Rendimiento Alto (R = 5)
Lana de vidrio12 cm16 cm
Lana de roca12,5 cm16 cm
Fibra de madera14 cm18 cm
Celulosa15 cm20 cm
Poliestireno12 cm16 cm
Poliuretano (en paneles)8 cm11 cm

Para un aislamiento de pared eficaz y elegible para ayudas, considera un grosor de 8 a 14 cm según el material. Para un rendimiento superior, apunta a 11 a 20 cm.

El presupuesto para el aislamiento de las paredes varía principalmente en función de la mano de obra y los acabados. El impacto financiero del grosor del aislante es modesto: 1 cm adicional cuesta entre 0,2 y 1,5 € por m².